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ABORDAJE TERAPEUTICO DE LA FIBROMIALGIA

Hace unos meses ya hablamos en este espacio de la Fibromialgia. Os dejo aquí el enlace a ese momento, donde podemos poner en contexto de una forma breve el panorama actual de esta enfermedad con estadísticas de España: https://dismag.es/sobre-la-fibromialgia-dentro-de-lapoblacion-espanola/.

Es importante resaltar la ausencia de conocimiento completo y claro sobre la etiología de la enfermedad. Es decir, se desconoce la causa por la que aparece, si bien los investigadores coinciden en que el origen es en el sistema nervioso central (SNC) y no en el sistema nervioso periférico (SNP)1. Además, suele haber un evento desencadenante (factor gatillo) que precipita la aparición de la enfermedad, como pueden ser infecciones, traumatismos o situaciones que desencadenaran algún cambio psicológico en el paciente.

Continuando por donde lo dejamos en ese momento, en este artículo vamos a revisar el abordaje de esta enfermedad y el posible papel del magnesio en este.

El tratamiento de esta enfermedad es meramente sintomático a día de hoy2 . Es decir, su abordaje va destinado a disminuir el impacto de los síntomas en el paciente. Entre ellos, los más importantes y que permiten diagnosticar la enfermedad son1:

  • Dolor generalizado. Es el principal síntoma y es fluctuante. Las zonas que más dolor subjetivo producen son en la zona cervical y lumbar, hombros y caderas. La intensidad de este se caracteriza por ser muy alta.
  • Rigidez matutina o post-reposo, de incluso 1 hora de duración.
  • Alteraciones del sueño. En la enfermedad, el patrón del sueño se ve alterado debido a una presencia de ondas alfa proporcionalmente mayor a las delta, dando lo que se conoce como sueño alfa-delta, que no resulta reparador.
  • Fatiga.
  • Parestesias.

Por lo tanto, el objetivo principal será disminuir el dolor y fatiga, mejorar el sueño, los niveles de actividad…en definitiva, mejorar las condiciones de vida del paciente.

Para el abordaje farmacológico de estos síntomas, el reumatólogo cuenta con un abanico de medicamentos sobre los que irá acudiendo de una forma escalonada en función de la intensidad y umbral del dolor, la tolerancia que se desarrolle a estos, presencia o no del efecto deseado, etc. Estas decisiones las debe e irá tomando el médico. Además, se ha visto que la eficacia del tratamiento farmacológico es más efectivo cuando se asocia con tratamientos como sería la terapia cognitivo-conductual y la actividad física, resultando fundamental el abordaje multidisciplinar3.

Sin embargo, en este artículo nos vamos a centrar en el abordaje complementario (no farmacológico) de la enfermedad. Es aquí donde la nutrición cobra relevancia. Existe una relación más que conocida entre salud y nutrición, siendo importante el estado nutricional con el bienestar. Es por ello que en la literatura se señala a la nutrición como un posible factor relevante a tener en cuenta en el abordaje terapéutico de estos pacientes2. Sin embargo, existe poca evidencia sobre tratamientos nutricionales efectivos en estos pacientes. Dentro de los que parecen tener un beneficio potencial en ellos, encontraríamos:

  • Antioxidantes, como podría ser el magnesio. Existen hipótesis que defienden que estos pacientes presentan un alto nivel de estrés oxidativo y que este estado podría afectar al desarrollo de la enfermedad. Por lo que dietas ricas en antioxidantes, pueden mostrar beneficios2.
  • Suplementación con coenzima Q10.
  • Dietas vegetarianas.
  • Dietas sin gluten.
Sin embargo, en ninguno de esos 3 casos los resultados parecieron concluyentes.

Se ha observado que en algunos pacientes con fibromialgia existen niveles bajos de magnesio2 . Las deficiencias en este mineral se asocian con inflamación de bajo grado, debilidad muscular y parestesias y que una ingesta pobre de magnesio se relaciona con un empeoramiento del umbral del dolor. Es por ello que, la suplementación de magnesio se ha considerado el complemento con mayor potencial para la fibromialgia4.

A fecha de 2020, existen tan solo 2 ensayos clínicos sobre la suplementación con magnesio en pacientes con fibromialgia4:

  • Russell y otros, 1995: Tratamiento del síndrome de fibromialgia con Super Malic: un estudio piloto cruzado, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo.
  • Bagis et al., 2013: ¿Es eficaz el tratamiento con citrato de magnesio sobre el dolor, los parámetros clínicos y el estado funcional en pacientes con fibromialgia?

En el primero se observan mejoras en la gravedad de las medidas primarias de dolor y sensibilidad. Los resultados en este caso fueron de igualdad o leve mejorar de los síntomas dolorosos, pero que al aumentar la dosis y duración del tratamiento, sí se mostró una mejora significativa del dolor y sensibilidad 4. En el segundo y más reciente, se demuestra una mejora en los parámetros de TPC, FIQ y BDI en pacientes que durante su tratamiento con amitriptilina tomaban suplementación de magnesio frente a aquellos que no lo hacían, mejorando en todos los parámetros a excepción del entumecimiento.

En cuanto a intervenciones dietéticas, según destaca Giuditta Pagliai et al. En su publicación Intervenciones nutricionales en el tratamiento del síndrome de fibromialgia, “destacan la administración de aceite de oliva, la dieta sustitutiva por cereales ancestrales, las dietas hipocalóricas, las dietas vegetarianas, la dieta baja en FODMAPs, la dieta sin gluten, la dieta sin glutamato monosódico ni aspartamo y la dieta mediterránea”.

Sin embargo, los resultados en general de la suplementación en estos pacientes, sigue siendo algo controvertido debido a que existen pocos ensayos clínicos que específicamente diseñados con el propósito de comprobar el efecto de estos suplementos o de la dieta sobre el abordaje de la enfermedad. La información disponible es escasa y en ocasiones no es concluyente del todo. Por lo tanto, el primer paso sería fomentar el estudio de estas formas complementarias para optimizar el abordaje terapéutico y así mejorar el estilo de vida de estos pacientes, así como de mejorar la compresión de la fisiopatología y génesis de la enfermedad para perfeccionar dicho abordaje. Lo que si está claro es que “los ensayos clínicos que existen con suplementos de vitamina D, magnesio, hierro y probióticos muestran resultados prometedores4, sugiriéndonos aquí la posibilidad de incorporarlos de forma complementaria al tratamiento.

Finalmente, y como siempre recomendamos, es importante que cualquier medida adicional que se quiera tomarse consulte con el médico o sanitario. Es importante que estas medidas se tomen de la meno de personal especializado, desde una dieta específica hasta la incorporación de suplementación.

BIBLIOGRAFIA:

  1. Pérez, C. L. A. (2009). Fibromialgia: Diagnóstico y estrategias para su rehabilitación. Ed. Médica Panamericana.
  2. Lorenzo, J. E., Rosa, J. E., Posadas-Martínez, M. L., Soriano, E. R., & Jauregui, J. R. (2022). Relación entre fibromialgia y sarcopenia; el papel del abordaje nutricional. Revista del Hospital Italiano de Buenos Aires, 42(4). https://doi.org/10.51987/revhospitalbaires.v42i4.230
  3. Robles, S. (2018). Nutrición en fibromialgia. Estado nutricional, patrón de consumo y calidad de vida. Universidad Fasta, Facultad de Ciencias Médicas.
  4. . Pagliai, G., Giangrandi, I., Dinu, M., Sofi, F., & Colombini, B. (2020). Nutritional interventions in the management of fibromyalgia syndrome. Nutrients, 12(9), 2525. https://doi.org/10.3390/nu12092525
  5. García Rodríguez DF, Abud Mendoza C. Fisiopatología de la fibromialgia. Reumatol Clin [Internet]. 2020;16(3):191–4. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.reuma.2020.02.003