A medida que cumplimos años, es más probable que contemos con medicación pautada de forma crónica como tratamiento para alguna enfermedad. Esta medicación, en ocasiones, puede interaccionar con nutrientes de nuestra dieta de diferentes formas.

Existen interacciones donde el medicamento puede interferir en la absorción o empleo por parte del organismo de los nutrientes que ingerimos en la dieta; y viceversa. Nos vamos a centrar en este artículo en el caso concreto del ion más abundante del organismo: el magnesio.

La ingesta de magnesio a través de la dieta, como ya se ha tratado en otros artículos de la web, no es suficiente y se ha reportado que existe un déficit de magnesio en la población. Si a este factor le añadimos la posibilidad de contar con medicación crónica que pueda interferir en la absorción o empleo del magnesio, podemos encontrarnos casos en los que haya pacientes sufriendo de hipomagnesemia o niveles bajos de magnesio.

Así mismo, la eficacia y seguridad de los medicamentos que se emplean en un tratamiento en ocasiones se pueden ver afectadas por la presencia de otros factores (como otros medicamentos o algunos nutrientes) y es importante vigilar estas posibiidades.

Entre los medicamentos de frecuente que pueden interaccionar con el magnesio, encontramos:

• Diuréticos tiazídicos: como por ejemplo la hidroclorotiazida y la indapamida. Estos medicamentos pueden disminuir los niveles tanto de magnesio como de potasio en sangre, por lo que es recomendable monitorizar las concentraciones séricas de estos.
• Tetraciclinas: se trata de un grupo de antibacterianos que pueden interferir en la absorción no solo de magnesio, si no también de otros cationes como hierro, zinc o calcio.
• Sulfonamidas: son medicamentos bacteriostáticos, de amplio espectro de acción. Su administración puede alterar también los niveles de magnesio.

Así mismo, el magnesio puede afectar en la absorción de algunos medicamentos, por lo que hay que tenerlo en cuenta de cara al comienzo o mantenimiento de tratamientos con estos fármacos:

• Quinolonas: son antibacterianos entre los que encontramos, por ejemplo, el levofloxacino, ciprofloxacino, norfloxacino u ofloxacino. Los alimentos en general pueden retrasar la absorción de estos antibióticos, pero parece no afectar a su biodisponibilidad, aunque en algunos casos (como el del levofloxacino) productos lácteos si parece reducirlas significativamente. En el caso del magnesio (o medicamentos que contengan sales de magnesio como algunos antiácidos), se recomienda no administrarlos conjuntamente ya que se ve afectada la absorción, y por tanto la eficacia, de estos antibióticos.
• Antineoplásicos orales: no en todos los casos. Sin embargo, es un caso importante debido a las consecuencias de que el tratamiento pierda efectividad de cara a la enfermedad neoplásica. En este caso, el magnesio (pero otros cationes como calcio, hierro o aluminio) pueden disminuir la absorción de estos medicamentos debido a un mecanismo de quelación. Este mecanismo consiste en un “atrapamiento” del medicamento por parte del catión que impide que se pueda absorber en nuestro sistema digestivo.
• Inhibidores de la integrasa (INI): son un grupo de medicamentos que se emplean en el tratamiento antirretroviral frente al VIH. Dentro de este grupo de medicamentos encontramos el Bictegravir, el cual puede formar complejos catiónicos con el magnesio y verse comprometida su absorción. Es por ello que, en el caso de requerirse suplementación, esta se debe separar al menos 2 horas de la toma del medicamento.

Como podemos ver, hay ocasiones en las que la medicación que recibimos puede interaccionar con los nutrientes de los alimentos que ingerimos. Puede verse afectada la efectividad/seguridad de los medicamentos o la absorción/empleo de los nutrientes que recibimos. Estas interacciones pueden ocurrir con diferentes tipos de medicamentos y con cualquier nutriente en función del medicamento del que se trate.

Por lo tanto, desde aquí, y como siempre tratamos de promover, queremos recordar que es de vital importancia que antes la presencia de cualquier patología o si presenta cualquier tipo de medicación (crónica o no), siempre consulte primero a su médico o farmacéutico dicha posibilidad antes de comenzar con el empleo de un complemento alimenticio.

Consulte siempre a su médico o farmacéutico si esta pensando en empezar a tomar algún suplemento y presenta alguna patología o toma otra medicación.