Con el inicio de octubre, la vuelta finalmente de las vacaciones de verano y el paulatino descenso de la duración de los días, comienzan también a bajar las temperaturas. Temperaturas y días muy diferentes a los que gozábamos hace menos de un mes y que, de forma directa e indirecta, afectan a nuestra rutina.
Los días fríos, por lo general, suelen asociarse con la apatía. Y es que, en España, queremos mucho al sol y a las temperaturas primaverales y veraniegas de las que venimos. Y, sobre todo, nos gustan mucho los momentos y alegrías a las que solemos asociarlas. Es por eso que, la vuelta del frío, suele dejar en nosotros una ligera sensación de tristeza y morriña.
Ante esta premisa, es muy importante conservar nuestro bienestar corporal y fisiológico que se manifieste en forma de una fortaleza mental que nos permita afrontar esta “vuelta a la rutina” y afrontar mejor estos días. Para ello, son muchos los que comienzan (de nuevo) a hacer ejercicio, se ponen a dieta para tratar de paliar efectos del verano y su ocio, se planifican sus días para tratar de que todo quede bien cuadrado y sentirse productivos… muchas formas de tratar de adquirir esa sensación placentera de productividad.
Sin embargo, hoy desde DISMAG queremos recordaros una serie de “tips” para que esa transición, sea cual sea tu método, ocurra de la mejor forma posible:
- Si vas a comenzar a hacer ejercicio, evalúa primero tu estado inicial y de donde partes. Aunque ya hayas hecho ejercicio de forma previa, si has estado mucho tiempo sin hacerlo, no trates de comenzar en el mismo punto donde lo dejaste porque tu cuerpo ya no estará acostumbrado. Comienza poco a poco, y gracias a la “memoria” que tiene nuestro cuerpo, en poco tiempo volverás a ese nivel. No lo sobrecargues.
- Si tu objetivo es obtener un “cambio físico”, se paciente y ponte en manos de gente con conocimientos adecuados. No te creas todo lo que se lee en Internet, hay mucho mito… Sobre todo, paciencia y ten claro que todo requiere su tiempo.
- Si vas a comenzar una dieta, de nuevo, confía en nutricionista ya que son aquellos que durante al menos 4 años han dedicado su vida en aprender todo sobre la nutrición humana. De nuevo, hay muchos mitos en Internet. Estos mitos, pueden llevar a desequilibrios nutricionales que, dependiendo de cuales sean, pueden llevar al desarrollo de deficiencias o desequilibrios nutricionales con diferentes consecuencias sobre nuestro cuerpo.
- Evita dietas milagros, dietas rápidas, “perdidas de peso en X días” y demás. Los cambios en nuestro cuerpo, a todos los niveles, deben ser graduales.
- Sobre la perdida de peso, no dejes de comer. Reducir o eliminar las comidas no traerán los resultados esperados y, además, pueden traer déficits de diferente importancia.
- Cuida tu salud mental. Prioriza tu tiempo, evalúa la importancia de cada cosa en cada momento y trata de obtener cada día tiempo que puedas dedicarte a ti mismo, en la forma que más te guste, pero sobre todo que te permita desconectar.
- Gestiona la frustración. Si tu intención tras el verano es darle un cambio a tu vida, deberás aprender a gestionar la frustración, ya que los cambios, como ya hemos dichos, son paulatinos y, en ocasiones, difíciles. Confía en tu objetivo y no pierdas tu motivación. Para ello, evita “saturarte” de dicho cambio al principio, de tal manera que permita mantener la adopción de nuevas rutinas, cambios, etc., de forma más prolongada en el tiempo.
Con el final del verano, llega la habituación de nuevo a lo que podemos considerar como “normalidad”. Al principio se nos hace cuesta arriba pero, como cada año ha sucedido,¡podemos con ello!
Ante el temor, entre otras muchas cosas que también que hemos tratado, de la adquisición de déficits nutricionales debido a la adopción de nuevos hábitos que pueden no estar ejecutándose de la mejor manera, desde DISMAG aconsejamos complementar vuestras dietas con suplementos abalados y de calidad. Por nuestra parte… ¡Qué no bajen tus niveles de Magnesio!