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¿PUEDE EL MAGNESIO INTERACCIONAR CON MI MEDICACIÓN O EL RESTO DE SUPLEMENTOS QUE USO?

A la hora de empezar a tomar cualquier tipo de suplementación, es importante saber si esta va a interaccionar con medicación que nuestro médico nos prescriba, ya sea crónica o aguda; o con otros suplementos alimenticios que hemos empezado a tomar. Es por ello que siempre lo mejor es preguntar antes a nuestro médico o farmacéutico si lo que tenemos intención de empezar a tomar es compatible con lo que ya tomamos. Además, el empleo de suplementación de magnesio es muy frecuente en un sector poblacional donde hay más probabilidad de estar en tratamiento con algún fármaco de manera crónica. La suplementación con magnesio (Mg) está ampliamente reconocida y muy bien tolerada por parte de aquellos que la toman. Sin embargo, debe tenerse en cuenta posibles interacciones igualmente en aquellas personas que se encuentran en tratamiento. Para algunos pacientes no habrá problema alguno, otros en cambio deberán informar a su médico o farmacéutico. Por ello, siempre es mejor preguntar. En primer lugar, dado el mayor o menor efecto en el transito gastrointestinal que los suplementos de Mg pueden tener, acelerándolo, con carácter general debemos siempre espaciarlo al menos 2 horas de la toma de otros medicamentos o suplementos. La razón es que, si esta suplementación acelera la motilidad intestinal, los otros medicamentos o suplementos pueden absorberse en menor medida. Por lo tanto, la primera cuestión a tener en cuenta si voy a comenzar una suplementación con Mg es espaciarlo de otras tomas. Sin embargo, hay grupos de medicamentos donde debemos prestar atención a las interacciones de forma más específica, las cuales se pueden dar por distintos mecanismos. Algunos ejemplos son:
  • REDUCCIÓN DE LA ABSORCIÓN:
    • Antibióticos: el Mg puede formar quelatos con tetraciclinas y quinolonas, que dificultan la absorción y por tanto eficacia de los mismos.
    • Antivirales: los inhibidores de la integrasa como el dolutegravir pierden eficacia al combinarse con Mg, requiriendo separación de las tomas.
    • Antifúngicos azólicos: el itraconazol o ketoconazol requieren del pH ácido del estómago para absorberse. Las sales de magnesio pueden elevar el pH gástrico y disminuir la efectividad de estos antifúngicos; por lo que de nuevo, se recomienda espaciar las tomas.
    • Bifosfonatos: otro grupo de fármacos sobre los que la absorción intestinal puede verse disminuida al coincidir con sales de Mg y con los que hay que separar administraciones.
  • VARIACIÓN EN EL EFECTO:
    • Glucósidos cardiacos (ej: digoxina): el Mg inhibe la absorción de digoxina en el intestino, reduciendo su biodisponibilidad. Es importante no comenzar con estos suplementos sin antes vigilar los niveles de digoxina por un médico, así como irlos vigilando durante su toma.
    • Quinidina: el Mg puede aumentar las concentraciones plasmáticas de quinidina, al disminuir la eliminación renal de esta. Se debe evitar la coadministración o reducir las dosis.
    • Relajantes musculares no despolarizantes (curarizantes): el Mg potencia su efecto neuromuscular, prolongando el bloqueo. Durante anestesias es frecuente reducir la dosis de los relajantes cuando se administra Mg.
    • Depresores del SNC (anestésicos, sedantes, hipnóticos, opiáceos): el Mg los potencia, pudiendo aumentar su efecto hipotensor. También inhibe la recaptación de catecolaminas, lo que puede disminuir la respuesta a vasopresores.
    • Bloqueantes del canal de calcio: ven potenciado su efecto hipotensor al combinarse con Mg. Los pacientes en tratamiento antihipertensivo deben monitorizar sus niveles de tensión.
Pero no solo la suplementación puede afectar a la toma de la medicación, si no que hay ocasiones donde el tratamiento de un paciente no interacciona con el Mg, pero puede afectar a los niveles de magnesio del mismo. En estos casos resultaría interesante ajustar dichos niveles a través de la ingesta. Este sería el caso de:
  • Diuréticos: los diuréticos de asa (ej: furosemida, bumetanida o torasemida) y tiazídicos (hidroclorotiazida) aumentan la excreción urinaria de magnesio. Por ello, estos pacientes pueden necesitar suplementar con Mg, espaciando las tomas.
  • Inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, etc.): su uso prolongado (años) puede causar hipomagnesemia grave. Se cree que reducen la absorción intestinal de Mg, por lo que convendría evaluar en estos pacientes posibles síntomas asociados a un déficit de Mg así como sus niveles.
  • Algunos quimioterápicos y antimicrobianos como cisplatino, anfotericina B, aminoglucósidos y ciclosporina provocan pérdidas renales de Mg, pudiendo disminuir sus depósitos.
  • Alcohol: la ingesta aguda de alcohol aumenta la diuresis y la excreción de Mg, agravando posibles déficits. Esto es relevante en pacientes alcohólicos crónicos.
  • Otros medicamentos como antibióticos del grupo de los aminoglucósidos, estatinas de alta dosis y algunos inmunosupresores pueden alterar los niveles de Mg, por lo que se recomienda monitorizarlos en tratamientos prolongados.
Interacciones con otros suplementos alimenticios Como ya hemos adelantado, los suplementos muchas veces también pueden interaccionar entre si. Por ejemplo:
  • Calcio: es conveniente controlar la ingesta de calcio si el suplemento de Mg es prolongado, espaciando al menos 2 horas ambas tomas si se usan simultáneamente.
  • Hierro: dosis altas de hierro pueden interferir con la absorción de Mg y viceversa, por lo que de nuevo es muy recomendable espaciar las tomas para evitar una mala absorción mutua.
  • Zinc: dosis muy elevadas de zinc (p. ej. >40 mg/día) compiten con el magnesio a nivel intestinal e impiden su absorción.
  • Vitamina D: el Mg es cofactor para la activación de la vit D, pero en exceso puede potenciar la absorción de calcio. Por ello, debe vigilarse el balance Ca-Mg (idealmente, 2:1).
  • Multivitamínicos/minerales: dado que muchos multivitamínicos incluyen Mg, Ca, Zn, Fe, etc., conviene leer la composición total para evitar dosis acumuladas.
De cara a comenzar con cualquier tipo de suplementación, podemos llegar a una serie de conclusiones generales, las cuales se pueden resumir en:
  • Siempre conviene preguntar a nuestro médico o farmacéutico, especialmente si estamos empleando tratamientos farmacológicos o si ya hemos comenzado a tomar otra suplementación. Ellos disponen del conocimiento para interpretar en cada uno de los casos su dicho suplemento es el adecuado.
  • En el caso de la suplementación de Mg, debemos siempre espaciarla 2 horas de la toma de medicamentos u otros suplementos.
  • Existe medicación concreta, como los ejemplos que hemos visto a lo largo del artículo, donde debemos prestar especial atención al empleo de suplementos. Aquí hemos recogido sobre el Mg, pero otros suplementos con otras características tendrán otras.
La intención de este artículo es la de informar sobre posibles interacciones conocidas que pueden surgir, de cara a poder concienciar sobre un empleo seguro. Siempre la opinión de un profesional resolverá las dudas que puedan surgir.